
Huaraz en Línea.- Contar con un botiquín en el hogar es una medida de prevención para atender imprevistos menores de salud. Su correcta conformación y mantenimiento son aspectos a considerar para garantizar su eficacia y seguridad. Yrene Reyes, coordinadora de la carrera de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), brinda guía para implementar esta herramienta de forma responsable.
La especialista de la UTP señala que el propósito principal de un botiquín es disponer de recursos para casos o molestias leves. “Entre los productos más relevantes se encuentra el paracetamol, un principio activo con doble función: combate la fiebre y actúa como analgésico para dolores de baja intensidad, como dolores de cabeza, musculares, malestar corporal, entre otros.
Frente a reacciones alérgicas, picaduras de insectos o rinorrea, un antihistamínico como la clorfenamina es un elemento de primera necesidad, según la experta. Asimismo, respecto a las heridas abiertas que no necesitan sutura, la prioridad absoluta es la limpieza para evitar infecciones. “Lo primordial es utilizar un antiséptico como el agua oxigenada para prevenir la contaminación de la zona afectada”, explica Reyes.
Además de los fármacos, es fundamental complementar el botiquín con dispositivos médicos básicos. Un termómetro es esencial, mientras que materiales de curación como gasas esterilizadas, esparadrapo, vendas y tiritas permiten proteger heridas de manera adecuada, según Reyes.
La conservación de los medicamentos es tan importante como su selección. Para preservar su seguridad y eficacia, deben almacenarse en ambientes secos y con temperaturas inferiores a los 22°C, de acuerdo con la coordinadora de UTP. “El lugar idóneo sería la habitación con menor humedad de la vivienda y que no esté expuesta a la luz directa. Sugiero en la habitación de un adulto responsable, quien podrá realizar una revisión periódica de los elementos”, recomienda. Por el contrario, se deben evitar absolutamente los servicios higiénicos, debido a su alta humedad, y la cocina, por sus fluctuaciones de temperatura.
Sobre cómo conservar los fármacos, Reyes apunta que lo ideal es mantenerlos en sus envases originales. “Es en su empaque donde se garantizan las propiedades físicas y bioquímicas del producto”, afirma. Los pastilleros, indica, son una opción recomendable principalmente para adultos mayores con tratamientos complejos y sin supervisión constante, a pesar del riesgo de contaminación que estos dispositivos conllevan.
Comentarios